A Month of Single Frames.

Aprendizajes: mi brazo derecho es la miniatura de alguna extremidad submarina y la experiencia se comparte entre ecos.

A Month of Single Frames (2019) es el cortometraje hecho por Lynne Sachs al trabajar con el material de archivo que le dio Barbara Hammer (a quien el corto está dedicado). Ambas son artistas a las que uno sólo puede aprenderles. Lynne Sachs, cineasta y poeta experimental de Memphis, Tennessee, ha producido ensayos audiovisuales que exploran la memoria colectiva y la percepción individual en lugares en los que la guerra ha causado estragos como son Vietnam, Bosnia, Israel, Italia y Alemania. Es reconocida por su trabajo con una mirada feminista y tiene más de 37 cintas. Por otro lado, está Barbara Hammer, un ser aún más hipnotizante: psicóloga, directora de cine experimental y activista estadounidense. Es más reconocida por haber sido pionera en mostrar en el cine relaciones lésbicas y explorar el envejecimiento, por ser una feminista extremadamente valiente que enfrentó al cáncer de ovario a partir de su cine. Falleció en otro marzo de un 2019 debido a esta enfermedad que la acechó durante trece años.

Lo que nos presentan es un espacio en el que los tiempos interactúan entre ellos. Existen las voces de Barbara y Lynne juntas en un “presente” grabando audios de los diarios guardados de 1998 en los que Barbara describe momentos de su estancia. Pequeños fragmentos extremadamente sensoriales que remontan a la choza en la que Barbara hizo una residencia de un mes ubicada de Cape Cod, Massachusetts. Todo en la cinta nos habla, los sonidos, los textos hablados, los textos escritos y sobre todo los movimientos de cámara. Escuchamos a Barbara reflexionar sobre lo que la rodea, los tamaños, las proporciones, el estar sola, las diferencias en la vida mientras que las imágenes se deslizan en su entorno. Damos vueltas, nos acostamos a sentir el viento en el pasto, nos alejamos de la choza y buscamos un espacio en otros lugares.

“You are alone” “I am here with you in this film”

“There are others here with us”

“We are all together”

Al leer estos textos en la pantalla, se pone uno a reflexionar sobre la experiencia del arte, de la creación y el acto de compartir. Yo estando recién bañada, sentada en mi escritorio, viendo por segunda vez el cortometraje no me encuentro sola ante esta pieza audiovisual, hay una cierta presencia, muy tenue ya, que la experimenta conmigo. Cada toma presentada es de una sencillez aparente, Barbara jugando con un diminuto ratón de juguete que avanza y se atora cada dos segundos, la ventana que da al exterior, imágenes bastante caseras que son acompañantes de una nada moldeable.

El cortometraje ganó el Gran Premio de la Ciudad de Oberhausen en el festival internacional de cortometrajes en su sexagésima sexta edición celebrada el año pasado. Actualmente se encuentra disponible en MUBI.